Poco a poco volvemos a la rutina, aunque yo os confieso que este año me está costando coger el ritmo. De todas formas, aunque un poco tarde, aquí está la entrada de hoy.
Volvemos a la decoración y al diseño de interiores con esta casa que tenía guardada en la despensa de entradas.
Hay algunos pequeños detalles que no son del todo de mi gusto, pero en líneas generales creo que es un espacio genial para vivir.
Todas las estancias son muy espaciosas y están poco recargadas, cosa que me encanta.
La luz natural llega a todos los rincones de la vivienda y la sensación de amplitud es generalizada.
La chimenea original del edificio, de estilo sueco, se ha conservado y restaurado. Es una pieza muy importante dentro del salón, ya que crea un foco de atención muy fuerte dentro de la estancia.
La habitación principal está conectada, mediante un enorme portón, al dormitorio infantil.
Ambas estancias están decoradas en blanco, colores tierra y diferentes gamas de grises, una elección ideal para lograr ambientes tranquilos y relajantes.
El recibidor, como suele ser habitual en este tipo de viviendas nórdicas, divide la zona común de los espacios privados.
Y como extra contamos con una amplia terraza orientada a un luminoso patio interior, que funciona al mismo tiempo como recepción del ascensor, que se intuye será directo a cada vivienda.
Vía: Planete deco a través de My scandinavian home.
Qué barbaridad, es casi demasiado! Amplio, con terraza y hasta con el ascensor directo!
Fíjate qué curiosona soy, que me he quedado pensando cuáles serán los detalles que no te gustan… ;)
¿Hola? ¡Qué cocina!